domingo, 1 de abril de 2012

CUENTO DE LOS 1000 PERRITOS



     CUENTO DE LOS 1000 PERRITOS  




                                                                       de; Jorge Godoy



     Había una vez, un señor de unos 40 años, que vivía en Buenos Aires, que tenia esposa y tres hijos.
     El era un alto ejecutivo de una empresa afamada y por lo tanto El, tenia un buen pasar económico y mantenía a su familia en un buen estado de confort.
     Pero un buen día, las cosas empezaron  a andar mal en la empresa adonde El trabajaba, comenzaron a decaer las ventas, se les fueron muchos clientes a comprar a otras empresas y así, de a poco en un par de años las cosas no le empezaron a ir muy bien; a El era la primera vez que le ocurría algo así, durante toda su vida había trabajado arduamente, ya de chico sabia lo que era trabajar, su padre que era un obrero, lo había llevado a trabajar con El, apenas tenia 15 años, y también estudiaba de noche la secundaria, así que El si que sabia de sacrificios, de ahí empezó a escalar, pasando por varias empresas, trabajo de cadete, de empleado, de jefe y al fin lo nombraron gerente; así fue que le pudo dar muchas comodidades a su familia, no paraba de escalar en la vida social, así, se hizo conocer en el ambiente comercial y tenia amigos empresarios, que lo halagaban a diario, era como el decía "tengo tantos amigos que me admiran por la carrera que vengo haciendo".
       Pero no todo son rosas en los caminos del hombre, así que un buen día empezó a conocer lo que eran las espinas, así de a poco, las cosas no andaban bien, y la platita ya no venia como antes, como no quería reconocer que era un testarudo, siguió viviendo con sus confores, y no tuvo mejor idea que para mantener el status social, a pedir prestamos a todos los bancos que conocía, los bancos que no eran tontos, se los daban a sola firma. Un buen dia la empresa cerro sus puertas y todos quedaron en la calle, El tambien, por supuesto, lo cierto es que pasaba el tiempo y a El no le ingresaba ningún peso. Perdió de a poco casi todo lo que tenia, tampoco pudo conseguir trabajo, la situacion economica estaba muy dificil y nadie de sus amigos lo querían contratar, asi fue que se fue ofreciendo en trabajos de menos cargos, de jefe, de encargado, de empleado, y de obrero, ni asi pudo conseguir nada, los amigos se le esfumaron y muchos le dijeron lo de siempre " por ahora no hay nada, veni mas adelante", asi fue que anduvo un tiempo recorriendo lugares conocidos y nada; los vecinos que lo querían mucho, comenzaron a ofrecerle alguna changuita, cortar el pasto, limpiar los fondos, pintar o arreglar alguna cosas, El aceptaba gustoso y pensaba que como a El siempre le había ido bien, en algún momento saldría adelante otra vez.
        Un buen dia, se dio cuenta que no podía salir del problema y que las cosas se iban poniendo peor, la familia que era lo que El mas quería, ya estaba pasando necesidades, y pensaba que puedo Yo hacer.
        Cansado de andar buscando un trabajo a su medida, escucho que en Comodoro Rivadavia, estaban dando trabajo en las petroleras, hablo con su familia y les dijo: --Miren, Yo voy a probar un tiempo por allá, lo que gano les mando a Ustedes para que puedan comer, cuando empiezo a andar mejor, me vengo otra vez con ustedes--, y se fue.
       Lo cierto es que para ir tuvo que pedir prestado para el viaje, así pudo llegar, pero al llegar descubrió que todo era mentiras, asi que se encontró lejos de su casa, sin trabajo, sin techo y nada para comer.
       Se castigaba a si mismo, diciendose , " pero que estúpido que soy, como puedo ser tan ingenuo, de creer en todo, eso me pasa por cabeza dura, " --
Y ahora que voy a hacer, adonde voy, sino tengo un centavo en los bolsillos, asi que camino por la ciudad buscando algún trabajo, se canso de caminar y nada.
       Pensó en robar algo, pero pensaba en la familia, asi que no lo hizo, una y otra vez iba de donde empezaba la ciudad a donde terminaba y nada se le ocurría, paso algunas noches durmiendo en las plazas y mendigando algo de comer en los bares, por lastima la gente le daba, al final se fue allá adonde terminaba la ciudad y con unas chapas que encontró y otras cosas se empezó a armar un ranchito, la primera vecina que tenia estaba como a unas cinco cuadras, el resto era campo, y todo los dias iba por mañanas a pedir un poco de agua, para tomar y otro poco para lavarse algo, la vecina que era tan buena le daba eso y algún pan, y alguna comida que le habia quedado de anoche, El volvía con todo eso al ranchito y la pasaba, asi varios dias, de a poco con todo lo que juntaba lo ponia en el ranchito, tuvo suerte que era verano, porque por ahi el invierno es muy crudo, y asi a la intemperie difícilmente hubiera soportado, extrañaba a su familia y pensaba como haria para comunicarse con ellos, no tenia plata, pero como los vecinos eran tan buenos con El, alguna que otra vez le permitían usar el teléfono y asi pudo hablar con su familia, tuvo que mentir, no podía decirles la verdad, y los esperanzaba con que iba a volver a casa, la mujer le contaba que como pudo trabajaba de mucama y con eso tan poquito algo comían.
       El sufría mucho por los errores que siempre habia cometido, se sentia culpable de todo y hasta veces se quería quitar la vida.
       Pero un  buen día, lo empezó a seguir un perrito, y se le quedo a vivir con El, como no sabia que nombre ponerle, dijo --" Yo soy el primero que vive en este ranchito y vos seras el segundo, asi que te llamaras " segundo"-- y asi fue, segundo lo seguia a todos lados, caminaban por la ciudad cirujeando y buscando alguna changuita para comer, comía El, comía segundo.
       Paso un poco el tiempo y otro perro vino a hospedarse en el ranchito, a este le llamo "tercero", y después vino un cuarto, después un quinto y también un sexto y a cada uno le ponía de nombre un numero, lo cierto es que llego a tener mas de cien, pero algunos pobres perritos se murieron y como vivian cerca del mar, los enterraba enfrente en un lugar descampado y a cada uno le ponía una cruz con su numero que era en fin su nombre.
       Paso mucho tiempo, y El pobre hombre no pudo volver a ver mas a su familia, alguna vez intento ir a Bs As a visitar a su familia, pero era muy lejos y no tenia plata, cuentan que la familia cansada de esperarlo se fueron a vivir a otra provincia, con otros familiares, y que los hijos ya crecidos habian intentado encontrar a su padre, pero que nadie lo conocía con ese nombre, y asi pasaron muchísimos años y El se volvió muy viejo y de cansado un dia, se murió, junto a todos sus perros.

       Cuentan los que lo conocieron, que llego a tener mas de 1000 perros, y que a todos ellos algún pedacito de comida que conseguía por ahí, siempre  les daba, todos los días, que los cuidaba como si fueran su familia, que dormía con todos ellos  y que por las noches les hablaba y que todos los perros se ponian alrededor de El para escucharlo y que siempre les contaba las historia de su familia y de su vida. 
      Y que les aconsejaba a que no confiaran en sus fuerzas ni en sus conocimientos,  porque estos algún día se podrían ir, que tuvieran cuidado de con quien se rodeaban y hacían amistad, porque algún día podrían sentirse muy solos, y que por mas que pasara lo que pasara que no abandonen nunca a su familia, porque podría suceder que no pudieran volver a verlos nunca mas.
      Nunca se supo como, ni quien, lo enterró, en el cementerio de los animales y le pusieron una cruz con el numero "uno".


                                        Y ESTE CUENTO LLEGO A SU FIN  



      A todos mis lectores Muchísimas Gracias          
   

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