sábado, 30 de junio de 2012

MIRAR EL SUELO (poema)

    
      MIRAR EL SUELO
                          (POEMA)



      De tanto andar pidiendole al cielo,
    ese milagro tan ansiado
    anduve mi vida triste y apenado,
    ahora mis ojos solo,
    miran el suelo.

    Perdi desamasiado tiempo,
    esperando ilusionado algun regalo,
    cobro su castigo, mi destino malo,
    de pagar mis cuentas,
    es el momento.
    
    Mis pies pesados caminan despacio,
    ya es muy tarde para los remedios,
    mis dias de euforia, ya se perdieron,
    a mis años se le agrego, 
    el cansancio.
   
    Me debo conformar que no es poco,
    por mi penar y mi vida desdichada,
    Yo que con fe y esperanza, siempre andaba,
    vi como a otros les dieron tanto,
    y a mi tan poco.
      
   Si se abrieran los cielos, y hoy algo cayera,
   me confromaria tanto, aunque ya sea tarde,
   con mis dolores en lo huesos y en mi carne,
   igual le agradeceria tanto a mi dios,
   lo que me diera.
    
                                                                           de. JORGE GODOY
   

  




sábado, 23 de junio de 2012

EL CAMINO (POEMA)



                                   ELCAMINO                   
                                      (POEMA)


     Por años he buscado el camino,
   y tan solo he hallado mi propio destino,
   ha sido tan bueno y tan malo a la vez,
   pero solo,  ha sido buscar mi camino.

   Si a mi edad,  no sigo buscando el camino,
   que esperanza podra alcanzarme,
   tan solo me queda alimentar mi ilusión,
   de que cada día estoy mas cerca.

   De no estar convencido de todo ello,
   me reprocharía, por no haberlo hecho,
   culpable me sentiría por no haber luchado,
   y bajar mis brazos, esa, sera la señal.

   Hoy, y mañana, comienzo, como ayer,
   a recorger la experiencia mas rica,
   no puedo desaprovechar lo que la vida,
   me regala con cada momento.

   Mas, de conseguir algo bueno para mi,
   segurisimamente todos deberán saberlo,
   porque gracias a cada uno de ustedes,
   les deberé todo, por empujarme a hacerlo.

                                                 jorge godoy

sábado, 16 de junio de 2012

CUENTO DEL LLAMADO DEL MAS ALLA

                      EL LLAMADO DEL MAS ALLA


                                                                           Un cuento de:  Jorge Godoy




     Eran pasadas ya  las 3 de la mañana, toda la ciudad dormía al ritmo del frió reinante de las calles, la noche mostraba aquel silencio que acompañaba a la  quietud en las desoladas calles. El frió ataco de lleno a un inquieto hombre, que dormía en su departamento tapado por todas las sabanas y frazadas que tenia, aun así, sentía mucho frió, a pesar de que su estufa calentaba el ambiente, daba muchas vueltas para tratar de dormir un poco mas, el frió atravesaba los abrigos, enojado por no podía conciliar su sueño, renegando,  se levanto para ver si la estufa a gas, estaba bien encendida, regaño al ver que esta estaba funcionando bien y con  mucha preocupación se dirigió hacia la ventana, corrió un poco las cortinas y miro a la calle, buscando despejarse un poco de su horrible insomnio, ese horrible insomnio que venia padeciendo desde que su esposa falleció, hacia unos cuantos años, pero El nunca pudo superar este trance, siempre estuvo enamoradisimo de Ella y era toda su vida, su pasión, su encanto, cada día la extrañaba mucho mas;  después del fallecimiento de Ella, El nunca pudo recuperar su vida normal, los que lo conocían decían que andaba medio chiflado de la cabeza y pensaba casi siempre en aquel momento de su muerte, cuando Ella murió El le hablo al cadáver que yacía en al cajón y le dijo al oído:
---por favor cuando sea el momento que me necesites, solo ven a buscarme, e iré contigo, mi amor, te amare por siempre----. 
      Sus ojos dirigieron la mirada hacia arriba hacia donde estaba el taparrollos de la ventana  poniendo hacia arriba la palma de su mano, buscando esa brisa fresca que se filtraba por algún lugar, pensó, que ya era hora de hacer unos buenos arreglos a su casa, luego se dirigió al baño a enjuagarse bien la cara para despertarse, salio y se puso a calentar agua para cebarse unos mates, tomo el mate en su mano, lo cargo con yerba hasta la mitad como a El  le gustaba, le echo un chorrito de agua media tibia, e introdujo la bombilla hasta el fondo del mate, con el mate el la mano, se dirigió al aparador para sacar algunas galletitas, con la que pensaba acompañar el desayuno tempranero, total, se decía, --"falta solo una hora para levantarme y ya no tengo mucho sueño "--, se corrió al comedor, prendió la tele, y se puso a tomar mate; muy a pesar de su enfado por no poder dormir los suficiente, no se sentía tan mal de animo, se lo notaba tranquilo, mientras miraba el noticiero de la tele, que le decía que afuera había 5 grados de temperatura y vientos leves, empezó a acomodar el abrigo que se iba a poner y lo acomodo en la silla que tenia enfrente de El.
      A las 4, 30 , como todos los días, tenia que salir para tomar el colectivo que lo llevaba a su trabajo, aun faltaba una hora, el noticiero se le hacia aburrido, y el agua casi ya estaba fría, se levanto a calentar otra vez agua, y cargo nuevamente con yerba su mate, dispuesto a seguir tomando; otra vez se dirigió a la ventana y miro a la calle, allí todo estaba tranquilo y desolado, se dio media vuelta para seguir con lo suyo, cuando escucho un grito desesperado, que pedía auxilio, era la voz de una mujer, y pensó en alguna mujer que podría estar en apuros, y fue en ese momento que sintió un flash en su memoria, que se le cruzo inmediatamente por la cabeza, era de su adorada  y difunta mujer,  El la recordaba con amor, y a su mente le venia el recuerdo de esas noches que iba a buscarla hasta la parada del colectivo, era cuando Ella trabajo en un bar de cocinera y tenia que quedarse a veces hasta ultimas horas, porque siempre había gente que se quedaba tomando algo demás, a veces hora y hora y media con el frió reinante en las calles y lo solitaria que estaban las calles, que se prestaba al pillaje de los cacos nocturnos
     El,  mejor que nadie,  interpretaba muy bien ese miedo
de andar caminando por las noches frias en las calles vacias allá por su barrio, así que,  cuando escucho ese grito de auxilio se le vino toda la sangre a las venas como nunca, se sentía lleno de fuerza para acudir al socorro de alguna mujer que seguramente pasaba por un mal trance,  tomo de inmediato su abrigo, abrió la puerta y bajo tan pronto como pudo, al llegar a la vereda, allí en su puerta, no vio a nadie, miro bien para un lado y para el otro, pero no vio a nadie, buscaba con rapidez  a esa mujer, la que había escuchado pidiendo auxilio, ya vacio en ideas, desconcertado hacia donde ir, decidió tomar para la esquina de la avenida, no sabia porque, tenia una corazonada que alli, podría encontrarla, pero fue inútil, al llegar no encontró a nadie, tampoco a algún delincuente que estuviera escapando, cometiendo algún pecado, pero no fue asi, camino un poco mas y tampoco dio muchos logros su busqueda, pensó --- "el grito que yo escuche, me pareció que venia de este lado, pero no puede ser, no hay nadie, ¿adonde voy ahora?," ---,  camino rodeando la manzana y solo pudo ver a varios perros nocturnos durmiendo hechos unos bollitos junto a un porton, y nada mas, al llegar otra vez a su puerta, tomo aire, respiro profundo, y dejo caer sus hombros, como intrigado y desconcertado, se echaba culpas, pero que otra cosa podia haber hecho, El habia bajado lo mas pronto que pudo y también reviso el lugar, asi que le quedo en su mente una gran  preocupacion, no sabia si estaba bien entrar otra vez a la casa o seguir alli vigilando la zona, tal vez debía recorrer otra vez las calles, eso era lo que lo ponía mal, pensó por unos instantes y se decidió a salir a la avenida otra vez, camino lo mas rápido que pudo y al llegar a la esquina, se decidió a hacer la vuelta manzana para la otra calle, asi fue, otra vez llego a la puerta de su domicilio, ya sin resultados solo atino a subir nuevamente a su departamento.
      Las 4,30 ya se habian hecho y ya era hora de marchar para su trabajo, busco nuevamente su abrigo, bajo y ya camino a la parada del colectivo, escucho detras suyo, nuevamente el grito desesperado de auxilio de esa mujer, sorprendido, se da vuelta como un rayo, pero no vio a nadie, otra vez quedo paralizado alli, pensativo atino a volverse atras unos metros, pero no vio nada, buscaba con  la mirada las entradas de las casas, mirando intensamente entre los umbrales oscuros, con el animo de encontrar a alguien, a ese alguien que le pedía auxilio a viva voz; por momentos comparaba  aquella voz con la de la difunta esposa, eran bastante parecidas, ¿pero quien podría ser?  se preguntaba preocupado, al momento que le comenzaba a correr algunas gotas de sudor sobre su frente, producto del nerviosismo que de a poco lo iba envolviendo, que le carcomía el pensamiento, que le iba repitiendo una y otra vez, "no puede ser" , "no puede ser", se preguntaba si nadie estaba por alli, porque El escucho ese grito de auxilio, ya  dos veces; al volver se dirigió nuevamente a su camino hacia la parada, hilvanaba alguna que otra historia que lo ponía mas nervioso aun, al llegar,  solo se dispuso a tomar asiento a la espera del colectivo, miraba fijamente la acera húmeda, producto del frió y la humedad que bajaba cada vez mas a medida que pasaban los minutos, que sumado  al  reflejo de las luces de mercurio y su vaga conciencia de la realidad, lo sumergian en el mas terrible de los enigmas; el ruido de un automovil que pasaba por ahi lo volvió a la realidad, parpadeo y su cabeza se movió dirigida hacia donde debía venir el colectivo que El esperaba.
       El dia paso, entre pensamientos e inquietudes, después de la jornada laboral, regreso a su casa, no era de andar dando vueltas por ahi, no tenia esa costumbre, era mas bien casero, solo anhelaba el descanso que le prometía el regreso a su hogar; al llegar al departamento se dispuso a descansar un poco, se recosto sobre su cama y al rato se durmió cansado, se despertó tarde, eran casi la una de la mañana, se arreglo un poco la ropa, fue hasta el baño, se lavo la cara, se peino, luego busco algo en la alacena para hacer de comida, busco algo diferente, pero encontró solo lo de siempre, unas milanesas preparadas, que se dispuso a freírlas juntos a algunas papas congeladas, ese fue su cena, mientras miraba las noticias del dia en la tv local, todo le era muy normal, habrá estado una hora despierto hasta que se fue a dormir otra vez, le quedaban pocas horas para dormir, le resultaba muy pesado eso de levantarse a las cuatro de la mañana, cosa que lo ponía muy mal, pero era necesario, tenia que pagar, impuestos, crédito, expensas, alquiler y vivir además, asi que por mas que se enojara, debía de cumplir con el trabajo, quejandose un poco volvió a levantarse a la hora de siempre, ese dia, no habia escuchado nada raro, aunque El, lo esperaba; lo del dia anterior lo habia dejado traumatizado, y era como que esperaba hoy tambien algún grito de auxilio, pero no sucedió, asi que transcurrió su dia normalmente.
        Habian pasado ya dos semanas de aquel suceso que lo tuvo a maltraer con sus pensamientos, hasta que volvió, a suceder otra vez exactamente lo mismo, otra vez ese grito de una mujer pidiendo auxilio,  bajo nuevamente en forma rápida, trato de ver a alguien que estuviera en la  calle pidiendo auxilio, no vio a nadie, recorrió esta vez mas calles, por mas tiempo, decidió ir mas tarde al trabajo, no le importaba demasiado,  pero que debía recorrer mas lugares y calles hasta encontrar a ese alguien que El escuchaba, y por fin en una esquina la encontró, la mujer que pedía auxilio, estaba sola, parada en una esquina oscura y casi sin luz, solo la alumbraba una luz tenue de mercurio de aquel alumbrado callejero que andaba mal, alli estaba entre los jardines de una casa deshabitada, parada en esa esquina, le extendía su brazo invitándole a que lo acompañara, cuando se acerco lo suficiente casi la tenia frente a si, noto que su blancura era inmensa y su vista atravesaba su ropas, vestido por unas gasas blancas transparentes, pero noto con miedo que podía ver a través de Ella, se quedo frio, helado, inmovil, solo observaba a aquella Mujer con cierto temor, Ella comenzo a salir de su penumbra y la tenue luz alumbro su rostro, cuando El le vio la cara, de inmediato la reconoció, era su amada, dulce y encantadora mujer, esa que habia dejado este mundo, esa misma que El habia sostenido en sus brazos, hasta fallecer, ese mismo cuerpo que yacía en el cajón durante su funeral, el mismo que sepultaron y que El despidió arrojandole una flor, Ella la misma que el adoraba, estaba ahi , frente a El, en ese momento no supo que hacer, no lo podía creer,  lo primero que se le vino al pensamiento fue preguntarle:   
--¿ Mi amor, sos vos ? --
Ella lo miro fijamente, y le repondio:
--Si mi amor soy Yo, tu amada esposa, que siempre te ama, pero  ahora te pido con urgencia auxilio, por favor ayudame--
--Ayudarte, si claro,  decime como, Mi amor--
--Me persiguen, me quieren encerrar, porque enloqueci de amor por Vos,  Yo, solo les dije que queria volver acá con Vos, porque te extraño mucho y no puedo vivir sin vos, se pusieron como locos, se reunieron y decicieron que yo estaba loca y me quieren encerrar, ayudame, por  favor.--
--Pero, como debo ayudarte, decime en que forma,
decimelo vos.---
--No quiero abusar de vos, pero yo se que me queres todavia, y que vos me dijiste que cuando sea necesario te venga a buscar para que vengas conmigo, alla, seriamos Vos y Yo, entonces nadie nos podría separar, y ya nadie me perseguiría, me comprendes mi amor, es por eso que te pido auxilio---
--Si, si, te entiendo.--
      Su mujer, aquella mujer amada, se presentaba alli, delante de El, y le pedía que fuera con Ella;  se refregó los ojos, para ver si era un sueño, miraba la calle desolada, no habia alli nadie para preguntar si era El solo,  el que veia y escuchaba al fantasma que tenia enfrente, ¿Que debía hacer?, ¿Que debía decirle?,  le pregunto:
---¿Vos queres que ahora Yo muera para ir con Vos ?
--- Si, es lo que mas deseo, mi amor.
     De repente entre ellos se interpuso una ráfaga blanca  que cruzo la calle y se dirigía hacia Ella, la envolvió elevándola un par de metros del suelo, mientras Ella, se esforzaba por librarse de ella, esas ráfagas blancas la elevaban cada vez mas, Ella pedía auxilio, le pedía al hombre, que no dejara que la lleven, en unos pocos segundos, la ráfaga blanca la envolvió totalmente haciendola desaparecer de su vista; quedo triste y con bronca, extendió su brazo queriéndola sujetar, pero fue en vano, todo desaparecía de su vista tan rápido que no pudo mas que balbucear ---mi amor, no te vayas, no te vayas, por favor, vuelve, vuelve----.
     Quedo desconcertado mirando hacia arriba, giraba su cabeza buscándola, comprendio que era imposible verla otra vez, se quedo un buen rato ahi, esperando a que volviera a aparecer, nada de eso paso, agacho su cabeza resignado, y muy despacio se volvió atrás y comenzo su camino de regreso a casa.
     Ya en su departamento, recostado en la cama, fumaba sin parar, mientras pensaba todo aquello que le había pasado, sintió una gran pena, un tremendo dolor, pensó si tal vez Ella ahora estaría sufriendo por culpa de El.; se levanto de la cama, tenia un cigarrillo encendido entre los dedos, dio vueltas alrededor de la casa pensando y tomo una decisión, ir con Ella;  asi que mientras debatía de que forma podía morir, elegía una y otra vez alguna forma sencilla y sin mucho dolor, pensó, que tenia que ser de golpe, para no sufrir tanto, decidido tomo su abrigo, bajo y dio a la calle en busca de la muerte, la estación de trenes no le quedaba muy lejos, apenas unas cuantas cuadras, llego a ella caminando y se sentó a esperar al primer tren, todavía era un poco temprano, pero pronto comenzarian a andar; de a poco su anden se fue llenando de gente, eso lo empezó a poner algo nervioso, una y otra vez pensaba de que forma se mataría, solo vio llegar el primer tren, cuando lo tuvo bastante cerca, comenzo a gritar como un loco:  ----Allá voy contigo, mi amor, allá voy mi amor, allá voy mi amor.---. y totalmente decidido se dejo caer a las vias, ante la sorpresa de toda la gente, quedaron atónitos ante tamaña sorpresa, todos se corrieron para atrás suponiendo lo peor que estaba por suceder, tan rápidamente se acercaba el tren que no tuvieron tiempo de nada, El quedo debajo de ese tren, que le ocasiono la muerte inmediata, muchos salieron en busca de ayuda, otros se daban vuelta para no mirar.
      En los titulares de los diarios salio en primera plana el suceso, y fue entitulado, " Un hombre que se arrojo a las vías del tren en la estación por la mañana, murió por amor".
      
                                                                   FIN
    


     

domingo, 10 de junio de 2012

LAS COSAS DEL VIEJO: EL ALMA DE LOS PERROS (cuento)

LAS COSAS DEL VIEJO: EL ALMA DE LOS PERROS (cuento): CUENTO:                      EL ALMA DE LOS PERROS       Cuenta una historia, que hace mucho tiempo atrás, cuando sobre la faz d...