sábado, 20 de julio de 2013

CUENTOS: EL MILAGRO DE DON FERMIN

CUENTOS: EL MILAGRO DE DON FERMIN


                                             Texto de: Jorge Godoy



        Don Fermin, era no vidente y tenia ya 75 años de edad, esperaba en la parada del ómnibus amarillo que lo llevara como todas las semanas a la cárcel, eran las 6 de la mañana cuando como siempre acompañado de su nieto subía ayudado por el, y se sentaba acomodando su bastoncito blanco ya plegado debajo de su brazo. Así hasta la parada del penal, adonde siempre era esperado por los guardias que ya lo conocían, igualmente el esperaba de forma respetuosa su turno y permitia que lo revisaran como a cualquiera, su nieto de unos 20 años siempre lo acompañaba. Siempre que el llegaba los que lo conocían le preguntaban que como andaba y siempre respondía lo mismo. " Bien, muy bien, vengo a ver a mi hijo que esta preso por robo hace ya 5 años, pero solo le falta un par mas y ya sale". Don Fermin se había quedado completamente ciego hace ya unos 10 años, trabajaba de diariero, pero un día comenzo a tener problemas con la vista y muy rápido el destino quiso que la perdiera, a pesar de habersele hecho un par de operaciones, no hubo caso. De a poco se fue acostumbrando a usar gafas negras y al uso de su bastoncito blanco, igualmente no era de andar paseando mucho, pero por el barrio sabia andar a menudo, otras veces sus nietos le acompañaban sobretodo cuando se tenia que trasladar en ómnibus hasta el banco para cobrar su jubilacion. La historia de su hijo no podía ser mas negra, casi siempre lucho para este saliera de los caminos malos que según el afirmaba, " el diablo malo lo llevo a todo eso , pero Dios es mas poderoso y lo va a ayudar, aunque espero verlo antes de que me muera".

     A todo el penal le enternecía ver como Don Fermin, nunca falto a ver a su hijo, y le llevaba todas las cosas necesarias. Hasta cuando en la hora de la visita su hijo le prometía encarecidamente que cuando saliera se iba a ocupar del puesto de diarios que por el momento lo atendía un empleado. Ese era el anhelo de don Fermin, quien había organizado casi todo para cuando el ya no estuviera y que su hijo no pasara necesidades y no volviera a incurrir en el error de hacer cosas indebidas.

    Un día Fermin enfermo y contrajo una enfermedad bronquial muy fuerte que casi se lo llevo de este mundo, pero el todavía se sentía fuerte y con ganas de vivir. La enfermedad siguió su progreso y empezaron los problemas, igualmente no dejo de ir a ver a su hijo a la cárcel, como siempre estaba firme allí, y con la familia acordaron no decir nada al preso para que este todavía no soportara mas sufrimientos. Esa fue la propuesta de don Fermin, quien prefería sufrir el,  antes que ver al hijo que sufriera. Una tarde de un fuerte invierno las fuerzas casi le dijeron basta, entonces Fermin le rogó a Dios que aunque sea antes de fallecer pudiera ver a su hijo con sus propios ojos, tal cual lo había podido hacer hasta hace unos años atrás. Estando Fermin enfermo y en su cama rogándole a Dios,  fue que un ángel ilumino su habitación y estando el solo, escucho que  le dijo:
" Fermin, Dios me ha enviado para que puedas verme, así que abre tus ojos escuchame y mirame, de la misma forma que me podrás ver a mi, podrás ver a tu hijo esa sola vez antes que te llegue tu hora" , Fermin abrió sus ojos y pudo ver a el ángel lo miro tan solo por unos instantes, pero pudo verlo. Y este luego abandono la habitación.

     Tuvieron que informarle al hijo que Fermin estaba casi convaleciente y ya casi sin vida. El jefe de penal otorgo un permiso especial para que este visitara a su padre que estaba esperándolo allí en su cama de su habitación. Cuando llego el hijo custodiado por dos policías uniformados que se pusieron en la puerta  de la habitación a vigilar la salida para que este no pudiera intentar alguna fuga. Quedaron don Fermin y su hijo solos en la habitación, los familiares respetuosamente aguardaron afuera junto con el medico de cabecera. Hablaron un rato, Fermin trato por todas formas de verlo con sus ojos, pero no pudo. Fermin se echo a llorar y le contó a su hijo que Dios mando a un ángel y pudo verlo y que le prometió que podría verlo a el también antes de fallecer.

       El hijo también se puso muy mal y abrazo a su padre y lo beso en la frente. Fermin le pidió ayuda a su hijo para que juntos le pidieran a Dios por un milagro para que el pudiera ver a su hijo. Mientras pedían a Dios y tal como el ángel lo había prometido se hizo resplandor enfrente de ellos y el ángel hablo, diciéndole a Fermin " ya puedes verme , abre tus ojos y me veras" . Entonces Fermin abrió sus ojos y vio al ángel que se sentó al lado de su hijo y con la luminosidad del ángel pudo ver a su hijo, su cara y cuerpo entero. Fueron algunos minutos en que la alegría los contagio y así de verlos contentos el ángel se retiro.

     Don Fermin luego de esa visita falleció ese mismo día por la noche. El hijo no paro de contarle a cuanto se le pusiera delante de el el milagro sucedido, pero no tuvo mucha repercusión, mas nadie la creyó. El tiempo paso y su hijo tal cual lo prometió se puso a trabajar en el puesto de diarios que le había heredado su padre. Gracias a este milagro el hijo de don Fermin pudo abandonar su malos habitos de la delincuencia y hacerse de allí en adelante una persona de bien.

                                 FIN
   

Estimado Lector, muchas gracias y hasta la próxima entrada.