AQUEL VIEJO PROYECTO
La voz que salia de la television encendida circundaba por toda la casa, de a rato alcancé a escuchar a los protagonistas de una película norteamericana hablando en su idioma original, iba nervioso de aquí para allá con el mechero de la cocina ya encendido e intentaba calentar un poco de agua para hacerme un café, mientras esperaba a un lado de la cocina, mis pensamientos iban mucho mas allá del ruido del agua intentando ebullir y de las voces de la television.
Fue quizás melancolía o preocupación, raudamente venían recuerdos a mi cabeza del día anterior, por los comentarios que me había hecho Lucas, un compañero mio del trabajo, hablando de la caída de las ventas que había tenido en el ultimo semestre la empresa, eso me mantenía preocupado, y justo ahora que había pensado en empezar a arreglar toda la casa, en juntar un poco mas de dinero para el comienzo de la compra de los materiales, justo ahora, que macana, me lamentaba, tal vez debería reconsiderar este tema y dejarlo para mas adelante, o tal vez deba ponerme a pensar en emprender de una vez por todas aquel viejo proyecto de independizarme, otra vez, pasarle el plumero para sacarle todo el polvo que el tiempo acumula, volver a abrir ese libro viejo de esperanzas y comenzar a leer todo de nuevo; ya casi ni recuerdo en que pagina habíamos dejado, fueron lindos esos días de ilusiones junto a mi compañera Maru, leíamos y repasábamos todas las tardes aquellos viejos borradores fabricados con nuestros propios trazos, a punta de alegría e ilusión, pero claro, ya han pasado casi quince años que estoy en el trabajo actual, estoy muy bien posicionado, buen sueldo, buen horario, buena comodidad; y ya no se cuanto tiempo mas soportaremos los vaivenes de la economía, que hacen subir y bajar bolsas en el mundo, comprar y vender empresas, cerrar algunas y absorver a otras, --Uhmm-, me dije, de este trabajo dependiente y seguro a cambiar a uno independiente tal vez inseguro, siempre volvía esa vieja y dormida idea que meditaba por mi conciencia; pero por esos comentarios de oficinas, pasillos, baños, del bar entre comida y cafés, que podían presagiar lo mas inesperado, hacían del rumor una fuente invalorable de información ante tal incertidumbre que hacia su avance cada vez mas, tampoco no podía distraerme mucho mas y alejarme tanto de la realidad, sabia perfectamente que la empresa perdía día a día en las ventas, las diez sucursales del interior expresaban con caídas vertiginosas en las ventas, que anticipaban los embates económicos y financieros que debería enfrentar en cualquier momento la central de la empresa, me imaginaba que pronto deberían tomar algunas medidas y que el departamento de abastecimiento al cual yo pertenecía tarde o temprano por una razón económica debería achicarse, temía lo peor, los altos ejecutivos en algún momento tomarían la desicion de achicar el numero del personal, ¿Y por que no Yo?, de hacia un buen rato me preguntaba, ¿ Porque iba Yo a confiar en que no me pasara algo malo?, ¿ Quien era Yo, mas que mis compañeros, o que había de especial que Yo tuviera, para que la empresa me retuviera, ¿ Acaso mis compañeros también no habían hecho merito suficiente como lo había hecho Yo, durante esos últimos quince años?, claro que si.
Un signo de tristeza, provocado por esa situación, se enmarcaba en todo mi rostro con varias expresiones que denotaban hondas preocupaciones, no eran vanas esas señales, no, todo hacia pensar que debíamos reconsiderar aquel viejo proyecto de independizarnos que estaba ya casi archivado entre Maru y Yo.
El agua estaba a punto para el café, debía de seguir, seguir tomando desayunos, trenes, taxis, convivir mas aun con mis compañeros, mis jefes, con la empresa, pero ahora se me sumaba la preocupación de saber que íbamos a hacer con el dinero que supuestamente iría a recibir de indemnización e ir pensando con Maru, en aquel viejo proyecto, de ir poniéndonos al tanto de algunos costos de materiales, alquileres, maquinas, etc, y todo los necesario para el funcionamiento del proyecto.
Tome mucho aire y exhale profundamente, me desayune, le di un beso en la frente a Maru que aun dormía, apague las luces y salí, otra vez como cada día a luchar por nuestro mas preciado futuro.
de: Jorge Godoy
