jueves, 11 de diciembre de 2014

CUENTO: MI MADRE ALCOHOLICA. PARTE 1

CUENTO: MI MADRE ALCOHÓLICA


                                                    Un cuento de: Jorge Godoy



                              PARTE :  1                    
                                                                          


       De todas las formas de vivir que supo aprender, --desde cuando era pequeña, siempre al lado de su madre--. María, una niña angelical, eligió tal vez o el destino quizás lo hizo por ella, desgraciadamente, la peor. 
       Si bien se comporto como una niña totalmente normal,  --al querer como todas las niñas de su edad, parecerse a su madre--, pero, al crecer y hacerse de a poco una joven hermosa, los caminos del alcohol, la condujeron hasta las consecuencias mas negras.

      Todo eso seguramente fue por los continuos fracasos por su paso infeliz en su corta vida y al igual que su madre, suministrándole de continuos sufrimientos a su menospreciado cuerpo, durante varios años,  mal tratándolo sin piedad, hasta agotarlo. 

   Si cuando fue joven, las dos hubieran tenido al menos algún canal posible de comunicación, quizás, podrían haberse evitado tanto dolor, al que tuvieron que exponerse durante una larga convivencia.  
          
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      Paso el tiempo y ya siendo algo mayor,  ella iniciaba, --como sabia acostumbrar todos los días sábados por la tarde--, un dialogo con su madre muerta,   ella, sentada allí  frente a su lapida en aquel cementerio adonde le preguntaba y escuchaba para si misma las respuestas de su madre:

     " Hija mía,  a tu padre solo lo vi un par de veces en la vida, el no murió, como yo te había dicho, y por vergüenza nunca te lo pude decir, pero,  yo se que el me arruino mi vida y yo así, te arruine la tuya, se que algún día tendré que darte cuentas de todo y se que nunca jamás me lo perdonaras, es que no supe reponerme de tanto dolor y no me di cuenta que de a poco ibas creciendo. Yo creía que nunca ibas a crecer, pero,  ya ves, me equivoque, creciste. Y yo no supe mas que hacer. Siempre tuve miedo de confesarte mis miedos porque a medida que crecías tenia yo mas miedo de lo que me pudieras decir, de lo que me pudieras preguntar". 

      María se despedía como siempre de la tumba de su madre poniéndole flores nuevas, enjuagando bien los floreros y tirando las flores mas viejas


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      María volvía cada día a su vida normal, a trabajar de sirvienta, porque eso era lo único que en aspiraciones, había logrado alcanzar, a limpiar casas ajenas,  a limpiar la mugre de los demás, y cuando llegaba a su casa pensaba en su mama,  y se tomaba,  y se tomaba, cada vez mas.  

      Para ella ya era imposible dejar de tomar, pensaba que su vida era una serie de fracasos, que trabajaba por muy poca plata y reflexionaba, y se reprochaba de lo poco que había ido a la escuela a estudiar. 

      Por las noches en la cama, pensaba que si hubiera intentado ir a la escuela, tal vez hoy, dormiría mas tranquila,  porque seguramente mañana tendría que ir a trabajar a un lugar mejor, algún lugar,  adonde la solicitaran por su capacidad, por sus conocimientos, pero al final de cada día y como siempre,  el alcohol y el cansancio podían mas y la hacían dormir.      



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Fin de la parte Uno.


Estimado Lector gracias y hasta la próxima entrada.